lunes, 25 de julio de 2011

de los hierros y voz

Que la intrépida libertad viaje entre ojos cerrados y pechos abiertos, que las voces pierdan los anonimatos, que nos cansemos de no decir y de no hacer. La exclavitud no va de la mano de hierros y encierros, sino que se esconde entre las entrañas, los pasos, las manos y bocas. Podrán quitarme los pasos, el viento, los soles, las noches, podrán darme hambre y silencio, pero no me quitan el espiritu, no acaban con las llamas, no apagan lo importante. La esperanza no muere, y aunque ha perdido bastante sangre, sigue de pie, estoica y aguerrida, esperando, como siempre.Acabemos con la dictadura de los que agachan las cabeza y bajan los brazos, esa que ha derrumbado pueblos enteros, gritando violentamente, aplastando y derrumbando sueños y estrellas. Que me quiten todo menos la sangre, esa que arde y quema cavidades, pum pum! late y retumba, grita, late mas fuerte. Despertar del sueño erratico del no decir nada. Hablamos de lo que nadie habla, de lo que no se quiere que se hable.

domingo, 24 de julio de 2011

Dame un tiempo

Un anonimato interior, hablarse de uno a si mismo.
- Y ¿qué cuentas?- En realidad nada, casi lo de siempre.
Esa cotidianeidad de saberse. En la "soledad", asi entre comillas porque en realidad nunca se está solo, nos decimos solos pero no, son sensaciones, instantes, grisedades, abismos del término. Es ahi cuando se aprende, es en la oscuridad donde descubrimos que es lo que hace falta, lo que se busca, porque es así, a tientas, cuando se ve en realidad, con los ojos cerrados, con los sentidos estirando los brazos para tocar y sentir.
El otro día descubrí por ejemplo que me gusta un poco mas la lluvia que el calor.
- Que sol hace ¿no? - demasiado, ojalá fuera un día de esos donde acaba de llover y todo esta mojado.
Encontrarse bellos largos o lunares que no conociamos, las canciones que hace diez años no escuchabamos o ese nuevo desquisiante disgusto por los sonidos demasiado agudos.
Pero aun así ya dame un tiempo Chole, que aunque es agradable conocerme y platicarme, tengo ganas de alguien mas.

domingo, 12 de junio de 2011

borradores

Un cuadro dentro de un cuadro dentro de otro cuadro dentro de una habitación donde la admiración recae en un par de ojos, ojos mas grandes que el mundo, ojos donde lo cabe todo. Volver a aquel lugar en particular donde es mejor perderse que regresar.

Disolverse

Escuchar una canción y no bailarla lleva a una manera diferente de disfrutar de ella. Disfrutarla en silencio, disolverse lentamente con cada nota, caer en el manto acuífero del ritmo y flotar, simplemente flotar y dejarse llevar, esa es la manera en que algunos bailamos. Bailar sin mover las piernas es tan divertido como saltar y dar vueltas. Bailo desde mi silla, dejándome llevar como las ramas del árbol se mueven con el viento, inmóvil bailarín. Danzante de los ojos cerrados, de los pies pegados al suelo y las manos quietas. Danzas interiores, tan propias, tan personales que no son permitidas para ningún auditorio. En ese momento eres tu público, eres tus propios aplausos. En esta canción me diluyo, me desconcentro, me evaporo. Desaparezco.